domingo, 4 de octubre de 2015

WANGARI Y LOS ÁRBOLES DE LA PAZ

TALLER DE RECREO ECOLÓGICO PARA EL DÍA 8 DE OCTUBRE
LECTURA DEL CUENTO Y SIEMBRA
Wangari y los árboles de la paz. Una historia verdaderaJeanette Winter.-Barcelona: Ediciones Ekaré, 2009. ISBN: 978-84-936843-1-0
La tierra estaba desnuda.
Mi misión fue intentar
vestirla de verde.

Este libro es un homenaje a Wangari Maathai, una mujer keniana que ante la situación de desforestación de su país comenzó plantando unos árboles en el patio de su casa, iniciando así el Movimiento del Cinturón Verde, llegando a ser responsable de la plantación de más de 30 millones de árboles en todo el país y también con el fin de mejorar la calidad de vida de las mujeres.
Una historia de superación y lucha por salvar la tierra.
A Wangari conocida como la “Mujer árbol” le concedieron el premio Nobel de la Paz en el año 2004 por su contribución a la paz mundial a través del Movimiento del Cinturón Verde. En su discurso dijo: “debemos ayudar a la Tierra a curarse de sus heridas y, durante el proceso, curar también las nuestras, para recibir con los brazos abiertos toda la creación con toda su diversidad, belleza y maravillas”.
De niña destacó en la escuela y le concedieron una beca para estudiar en Estados Unidos, allí obtuvo la licenciatura y el máster en Ciencias Biológicas. Regresó a Kenia y realizó el doctorado en la Universidad de Nairobi, siendo la primera mujer de África Oriental en conseguirlo. Fue catedrática en esta universidad, y  miembro del Parlamento de Kenia.
Siete años después, al terminar sus estudios, regresa a su casa en Kenia.
Pero muchas cosas han cambiado.
– ¿Qué pasó?, Se pregunta. ¿Dónde están los árboles?
Wangari ve a las mujeres encorvadas por el peso de la leña que han de buscar muy lejos de sus casas. 
Ve la tierra arrasada en la que nada crece.
¿Dónde están los pájaros?
Miles de árboles han sido talados para construir edificios, pero nadie ha sembrado árboles nuevos.
¿Se convertirá todo Kenia en un desierto?, se pregunta.
Wangari piensa en la tierra seca. 
Puedo sembrar algunos arboles aqui en mi propio patio, de uno en uno.
Comienza con nueve arbolitos….
Luego, convence a las mujeres de las aldeas que sembrar árboles es una cosa buena.
Le regala un arbolito a cada una.
– Nuestra vida será mejor cuando tengamos árboles nuevamente. Ya verán.
Estamos sembrando las semillas de la esperanza.


Tras la lectura del cuento hemos preparado la tierra para plantar nuestras primeras plantas aromáticas






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